La reconstrucción

Como señalamos antes, el diseño y la estructura general de la máquina corresponden a Vitruvio. No obstante, unas veces debido a que el tiempo de que disponían era finito y otras por descuido, introdujeron algunos cambios, que pasamos a reseñar:

LA SOGA

Los textos antiguos describen una soga fabricada trenzando tendones de animal. Esta elección era extremadamente conveniente para nuestro caso, debido a la gran elasticidad de este material y a que ésta no se pierde tras muchas horas de exposición al sol (por el contrario, la humedad lo ablanda y lo haría inutilizable). Debido al impresionante trabajo de artesanía (siguiente vídeo) que exigiría trenzar una soga de las dimensiones requeridas (aprox. 4 km), estaba fuera de cuestión el progresar así, de manera que tuvieron que encontrar un material alternativo (con la inevitable pérdida de rigor histórico). Este cambio supone el punto más débil de la catapulta reconstruída, y si no logró sus objetivos (véase) podemos achacarlo en gran medida a ello.
El material escogido fue poliéster preestirado, que, pese a tener una resistencia similar a la de la cuerda de tendón, fracasó en las pruebas de campo: una vez montada en el bastidor, tras varias horas expuesta al sol, la soga de poliéster se dilató y perdió la tensión que le habían conferido a través de las arendelas de torsión. Esto obligó a introducir unos suspensores modernos (en la foto, parte inferior izquierda), en la estructura, con la consiguiente pérdida de fidelidad histórica. E incluso con todo esto, la capacidad elástica del poliéster está muy por debajo de la de los tendones.





LA MADERA

Aunque en principio el árbol y la madera fueron escogidos por un carpintero experto (ver vídeo más abajo), lo cierto es que tras algunas pruebas la estructura se agrietó. No sabemos a qué se debió esto, pero quizá fuera debido a los cambios que se hizo necesario introducir en la estructura para compensar los defectos de la soga, o tal vez a que la madera requiera de un proceso de endurecimiento.





ELEMENTOS METÁLICOS

Las arandelas de torsión fueron construídas en principio en acero, un material moderno y resistente, pero que causó problemas: el coeficiente de rozamiento acero-acero es bastante alto (sobre 0,75), y esto hizo muy difícil el funcionamiento de las arandelas. Para atajarlo, se introdujeron unas arandelas de bronce entre las dos piezas de acero (coeficiente de rozamiento acero-bronce: aprox. 0,25) y entonces se pudo accionar el mecanismo.
Como anécdota, señalamos que al diseñar el disparador introdujeron una barra larga (que no sabemos para qué debía de servir), sin tener en cuenta un par de vigas que pasaban por ahí y que impedían el movimiento de la cesta... finalmente, la barra fue recortada sin novedad para el funcionamiento del dispositivo.

LA CANASTA

El documental muestra largas discusiones acerca de la forma de la canasta que había de sostener el proyectil, de qué material había que hacerla, cómo insertar en ella la bala... A nuestro entender, gran parte de esta polémica era innecesaria y se debía sobre todo a que no se les ocurrió que la canasta iba a estar sujeta por detrás al disparador, así que podía hacerse fácilmente de cuerda y la bala debería caber sin novedad.







CAMBIOS ESTRUCTURALES


El documental señala el caso de un par de vigas de madera acortadas respecto de lo que se indica en el texto de Vitruvio (ver vídeo más abajo). Este cambio se debe a que los cálculos de Chris Wise, el ingeniero a cargo del diseño de la balista, señalaban que con una longitud mayor la estructura no aguantaría. Este cambio tuvo como consecuencia que los brazos no pudieran retraerse al máximo y la balista perdiera potencia; de hecho, la estructura se agrietó igualmente (lo que nos hace pensar que quizá no fuera una cuestión estructural, sino del tipo de madera utilizada, ver arriba) y, al final, hubo que sustituir esas vigas por un par de cables de acero para recuperar potencia.







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